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  • Disfunción Sexual Causada por ISRS

    Disfunción Sexual Causada por ISRS

    Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS) se han convertido en uno de los tratamientos más recetados en el mundo para trastornos como la depresión, ansiedad, fobias y otros problemas relacionados con la salud mental. Millones de personas los toman cada año, generalmente confiando en que son “seguros” o en que los efectos adversos serán leves y temporales. Y es cierto que muchos pacientes experimentan solo molestias como náuseas, insomnio o dolor de cabeza, existe un efecto secundario que, aunque es bien conocido durante el consumo del medicamento, sigue siendo poco reconocido por profesionales y organismos de salud cuando persiste después de suspenderlo: la disfunción sexual causada por ISRS.

    Aunque los pacientes suelen ser advertidos de una disminución del deseo sexual mientras toman el medicamento, la idea de que este efecto puede continuar —e incluso volverse permanente— después de dejar el tratamiento es todavía un tema del que se habla muy poco.

    Este artículo busca explicar qué es esta disfunción sexual, por qué ocurre, qué hipótesis existen actualmente y qué puede hacer una persona que sospecha estar experimentándola. Crear conciencia es fundamental, ya que miles de personas sufren en silencio una condición para la cual aún no existe tratamiento establecido y que muchos médicos siguen pasando por alto.

    1. ¿Qué son los ISRS?

    Los ISRS son una clase de antidepresivos cuyo mecanismo principal es aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, al bloquear su recaptura por parte de las neuronas. Esto puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y estabilizar ciertos trastornos. Entre los más conocidos se encuentran sertralina, fluoxetina, escitalopram, paroxetina y citalopram.

    Aunque cada uno tiene diferencias químicas, todos comparten la capacidad de influir en el sistema serotoninérgico, un sistema que regula no solo el estado de ánimo, sino también funciones biológicas como el sueño, el apetito, la temperatura corporal y la sexualidad.

    2. Efectos adversos conocidos

    Es ampliamente reconocido que los ISRS pueden provocar efectos adversos desde el inicio del tratamiento. Muchos de estos son temporales y tienden a disminuir conforme el cuerpo se adapta al medicamento. Entre los más comunes se encuentran:

    • Náuseas
    • Insomnio o somnolencia
    • Mareos
    • Sudoración
    • Nerviosismo
    • Cambios en el apetito

    Estos efectos suelen mencionarse en los folletos informativos y en la mayoría de las consultas médicas. Sin embargo, uno de los efectos adversos más comunes —y a menudo más perturbadores— es la disfunción sexual inducida por ISRS.

    3. Disfunción sexual durante el uso del medicamento

    Durante el consumo de un ISRS, entre el 50 % y 70 % de los pacientes experimentan cambios en su función sexual. Estos pueden incluir:

    • Disminución del deseo sexual
    • Dificultad para excitarse
    • Problemas para mantener una erección o para lubricar
    • Anorgasmia (incapacidad para llegar al orgasmo)
    • Orgasmos débiles o sin sensaciones placenteras
    • Retraso en la eyaculación

    Estos problemas, aunque frecuentes, suelen ser manejados por los médicos como un efecto “reversible” que desaparecerá al dejar el medicamento. Aquí es donde comienza el verdadero problema.

    4. La disfunción sexual que persiste después de suspender un ISRS

    Lo que todavía no es ampliamente reconocido —ni por pacientes, ni por muchos profesionales de la salud— es que la disfunción sexual puede persistir incluso después de dejar el medicamento. Esta condición, frecuentemente llamada síndrome post-ISRS, puede manifestarse con los mismos síntomas sexuales que aparecían durante el tratamiento, pero sin mejorar con el tiempo.

    Algunas personas reportan que estos síntomas continúan por meses, años e incluso de manera indefinida. Los afectados describen la sensación como un “apagado” completo de la función sexual, acompañado a veces de una desconexión emocional o afectiva.

    5. ¿Por qué ocurre? Las hipótesis actuales

    La ciencia aún no tiene respuestas claras. No se sabe con certeza por qué esta disfunción sexual persiste en algunos individuos mientras que en otros desaparece por completo al dejar el medicamento. Actualmente existen varias hipótesis:

    a) Disregulación de receptores de serotonina

    Una de las teorías más estudiadas propone que los ISRS causan adaptaciones en los receptores de serotonina. Después de meses o años de uso, el sistema serotoninérgico podría quedar “reajustado” de forma anormal, afectando funciones como la libido, el orgasmo y la respuesta sexual.

    b) Alteración de vías dopaminérgicas

    La dopamina juega un papel fundamental en la motivación, el placer y la excitación sexual. Se sospecha que el exceso de actividad serotoninérgica podría inhibir funciones dopaminérgicas a largo plazo, generando una especie de “apagamiento” del sistema de recompensa.

    c) Posible neuropatía o daño en nervios periféricos

    Algunos expertos consideran la posibilidad de que los ISRS afecten los nervios responsables de la sensibilidad genital. Esto podría explicar la pérdida de sensaciones o la genitalia adormecida que muchos pacientes describen tras dejar el medicamento.

    d) Cambios epigenéticos

    Otra hipótesis sugiere que los ISRS podrían inducir alteraciones epigenéticas que modifican la expresión de genes relacionados con la función sexual. Aunque esta teoría requiere mucha más investigación, es una posibilidad que se está explorando.

    En resumen: no se sabe con certeza qué causa la persistencia de estos síntomas, pero el fenómeno es real y está documentado por miles de pacientes alrededor del mundo.

    6. Falta de reconocimiento médico

    Otro problema que enfrentan quienes sufren esta condición es que muchos médicos no están familiarizados con ella. Esto puede llevar a diagnósticos incorrectos, atribuyendo la disfunción sexual a problemas psicológicos, hormonales o de relación de pareja. Aunque siempre es importante descartar otras causas médicas, la falta de información hace que los pacientes se sientan ignorados o invalidados.

    7. ¿Existe tratamiento?

    Actualmente no existe una cura establecida para la disfunción sexual post-ISRS. No hay medicamentos específicos aprobados, ni terapias con evidencia sólida. Existen casos anecdóticos de mejoras espontáneas, pero también muchos de personas que no mejoran incluso después de años.

    Esto no significa que no se pueda hacer nada. Hay acciones importantes que pueden ayudarte a tener más control sobre tu situación:

    8. ¿Qué hacer si sospechas que tienes disfunción sexual causada por ISRS?

    a) Reportar la reacción adversa

    Es esencial que reportes tu caso a las autoridades sanitarias de tu país y al organismo correspondiente. Cada reporte ayuda a generar datos que, a largo plazo, pueden impulsar investigación y reconocimiento del problema.

    b) Descartar otras condiciones médicas

    Aunque la condición está asociada a los ISRS, es importante descartar:

    • Problemas hormonales
    • Enfermedades neurológicas
    • Deficiencias nutricionales
    • Trastornos vasculares
    • Otras causas farmacológicas

    Un enfoque médico integral puede ayudarte a confirmar que la disfunción sexual no tiene otra explicación evidente.

    c) Unirte a un grupo de apoyo

    La experiencia puede ser devastadora emocionalmente. Unirse a un grupo donde otras personas viven lo mismo puede ayudarte a obtener información, apoyo emocional y consejos valiosos. No estás solo, y muchas personas están trabajando para que esta condición sea reconocida y estudiada.

    d) Educarte y educar a otros

    Comprender la condición, sus posibles causas y la falta de tratamiento actual puede darte claridad y ayudarte a tomar decisiones informadas. Además, compartir información contribuye a que más personas conozcan el problema.


    Conclusión

    La disfunción sexual causada por ISRS es un efecto secundario conocido, pero la persistencia de estos síntomas después de dejar el medicamento sigue siendo un tema del que se habla muy poco. Miles de personas se enfrentan a una condición para la cual aún no existe una explicación definitiva ni un tratamiento claro. Las teorías actuales van desde la desregulación de receptores hasta posibles daños neuropáticos, pero ninguna ha sido confirmada por completo.

    Visibilizar esta condición es fundamental. Reportar los casos, buscar apoyo y exigir mayor investigación son pasos clave para cambiar el panorama. La salud sexual es una parte esencial del bienestar humano, y ningún efecto secundario debería ser minimizado o ignorado. Mientras la ciencia avanza, lo más importante es que quienes padecen esta condición sepan que no están solos, que existe una comunidad creciente dedicada a entender y difundir lo que está ocurriendo, y que el camino hacia el reconocimiento médico y la investigación apenas está comenzando.

  • Síndrome Post ISRS y Neuropatía

    Desde que se identificó el síndrome hace ya varios años, se han formado diferentes hipótesis acerca del mecanismo o naturaleza del síndrome: desde una desensibilización de los receptores de serotonina, hasta un desbalance del sistema cerebro-intestino.

    Una de las hipótesis más predominantes es la de un tipo de Neuropatía: una reacción del sistema inmune que causaría daño o desactivación de los nervios. Y es que muchos de los síntomas que se llegan a ver en el Síndrome Post ISRS, como: parestesias, hormigueo en las extremidades, anestesia genital, disfunción sexual, problemas digestivos funcionales, fatiga crónica, niebla mental, insomnio, desconexión emocional, también se pueden observar en algunos tipos de Neuropatía, como en Neuropatía de Fibra Pequeña.

    Neuropatía de Fibra Pequeña

    La neuropatía de fibras pequeñas es un tipo de neuropatía caracterizado por daño estructural o disfunción selectiva de las fibras nerviosas de pequeño calibre.

    Para quienes no sabían, existe una organización llamada INIDA que ha estado recolectando pruebas de Neuropatía de Fibras Pequeñas que se han hecho personas con el Síndrome Post ISRS. Se han dado cuenta de que entre un 60 o 70 % de aquellos con el Síndrome Post ISRS han salido positivos.

    La Zimelidina

    Otro dato interesante es el de la Zimelidina. La Zimelidina fue uno de los primeros inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en entrar al mercado. Este medicamento también es conocido como Zimeldine, Normud y Zelmid, y se vendió por primera vez en 1982 en Suecia.

    Aunque la Zimelidina tenía un perfil de seguridad suficientemente aceptable, a un año y medio de su introducción comenzaron a surgir informes de casos del síndrome de Guillain–Barré que parecían haber sido causados por el medicamento.

    Fue una institución sueca la que recibió 13 informes de casos de síndrome de Guillain–Barré que ocurrieron al inicio del tratamiento con Zimelidina.

    El síndrome de Guillain–Barré (GBS) es una condición en la que hay una aparición rápida de debilidad muscular causada por el sistema inmunológico dañando el sistema nervioso periférico.

    Estos eventos de Guillain–Barré llevaron a los fabricantes a retirar el medicamento del mercado.

    Dos situaciones muy interesantes

    Estas son dos situaciones muy interesantes. Se podría decir que el síndrome de Guillain–Barré es un tipo de neuropatía también, y pues tenemos la Zimelidina, que es uno de los primeros ISRS causando un tipo de Neuropatía.

    Por otro lado, se ha visto que mucha gente actualmente con el Síndrome Post ISRS, sale positivo en Neuropatía de Fibra Pequeña, por lo tanto podríamos decir que este tipo de medicamentos que afectan el sistema de serotonina, pueden causar un reacción del sistema inmune, causando un tipo de Neuropatía.

  • Entumecimiento genital causado por Escitalopram

    Entumecimiento genital causado por Escitalopram es un efecto secundario que ha sido reportado por un número creciente de personas alrededor del mundo. Es bien sabido que los medicamentos ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina) causan efectos adversos terribles durante el consumo del medicamento, sin embargo, ¿Sabían que también pueden dejar daño prevalente, posiblemente permanente?

    Y uno de esos daños es el entumecimiento genital. Así es. Un medicamento “antidepresivo” causando un síntoma inimaginable como es el entumecimiento genital. Hay un montón de individuos que han sufrido de esto, y pues, actualmente no se entiende por qué sucede esto, ni cómo tratarlo.

    A pesar de que es bien sabido que esto puede suceder, las instituciones de gobierno miran hacia otro lado, debido a que en registro, es mayor la gente que se ve beneficiada por estos medicamentos. Sin embargo, ¿cómo obtener registros correctos, cuando la mayoría de “doctores” no quieren hacer un reporte o no quieren mirarse como alguien controversial?

    ¿A qué nos referimos al hablar de entumecimiento genital?

    Bueno pues, es una pérdida parcial o total de sensibilidad en los genitales; sensación de “anestesia” o “goma”; falta de respuesta al tacto, placer o dolor; o disminución o ausencia de placer sexual (anhedonia genital).

    ¿Qué otros medicamentos pueden causar entumecimiento genital?

    • Fluoxetina Prozac
    • Sertralina Zoloft
    • Paroxetina Paxil, Aropax
    • Citalopram Celexa
    • Escitalopram Lexapro, Cipralex
    • Fluvoxamina Luvox
    Entumecimiento genital causado por Escitalopram

  • ¿Qué es el síndrome Post ISRS?

    Es una condición que incluye una variedad de síntomas que ocurren después de tomar un ISRS (Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina).

    La condición puede aparecer después de incrementar o reducir la dosis del ISRS, o también tras un uso prolongado o una suspensión del medicamento. También puede aparecer después de tomar una sola dosis.

    Síntomas comunes
    Perdida de sensibilidad en todo el cuerpo
    Problemas de memoria
    Anhedonia
    Afantasía (dificultad para imaginar)
    Perdida de sensibilidad en genitales
    Problemas de erección
    Hormigueo en las extremidades